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.LA PORTERIADEL CIELOEl tio Paciencia era un pobre zapatero que viviay trabajaba en un portal de Madrid.Cuandoera aprendiz asistia un dia a una conversacionentre su maestro y un parroquiano, en la cualeste mantenia que todos los hombres eran iguales.Despues de pensar largo rato el aprendiz, al finpregunto al maestro, si era verdad lo que habiaoido decir. No lo creas, repuso este. Solo en el cieloson iguales los hombres.193194 A First Spanish ReaderSe acordaba de esta maxima toda su vida,consolandose de sus penas y privaciones conla esperanza de ir al cielo y gozar alla de laigualdad que nunca encontraba en la tierra.En toda adversidad solia decir: Paciencia, en elcielo seremos todos iguales. A esto se debia elapodo con que era conocido, y todos ignorabansu verdadero nombre.En el piso principal de la casa, cuyo portalocupaba el pobre zapatero, vivia un marquesmuy rico, bueno y caritativo.Cada vez que estesenor salia en coche de cuatro caballos deciapara si el tio Paciencia: Cuando encuentre a vuecencia en el cielo,le dire: Amiguito, aqui todos somos iguales.Pero no era solo el marques el que le hacia sen-tir que en la tierra no fuesen iguales todos loshombres, pues hasta sus amigos mas intimospretendian diferenciarse de el.Estos amigoshttp://booksiread.org 195eran el tio Mamerto y el tio Macario.Mamerto tenia una aficion barbara por lostoros; y una vez, cuando se establecio una es-cuela de tauromaquia, estuvo a punto de sernombrado profesor.Este precedente le haciaconsiderarse superior al tio Paciencia, quien re-conocia esta superioridad y se consolaba con lamaxima sabida.Macario era muy feo; pero, noobstante, se habia casado con una muchachamuy guapa.Por razones que ignoramos habiasalido muy mal este matrimonio, y cuando alcabo de veinte anos de peloteras murio la mu-jer, el buen hombre se quedo como en la gloria.Pero poco tiempo despues se encalabrino conotra muchacha muy linda tambien, y se casootra vez a pesar de las protestas del tio Pacien-cia, que consideraba esto una enorme tonte-ria.Como el tio Paciencia nunca habia con-seguido que las mujeres le amasen, mientras196 A First Spanish Readerhabian amado a pares al tio Macario, este creiatener cierta superioridad sobre su amigo.Eltio Paciencia la reconocia y se consolaba con lamaxima que ya sabemos.Un dia cuando lloviaa cantaros Mamerto quiso asistir a una corridade toros.El tio Paciencia trato de quitarselode la cabeza, pero en vano.Al volver a casaMamerto fue obligado a meterse a la cama acausa de un tabardillo, que al dia siguiente sele llevo al otro mundo.Aquel mismo dia estabamuy malo el tio Macario de resultas de un so-focon que le habia aplicado su mujer.Graciasal tratamiento de su segunda mujer el pobrehombre no podia resistir grandes sustos, y lainesperada noticia de la muerte de su amigo lecauso tal sobresalto que expiro casi al instante.Extranando que en todo el dia no hubiesevisto a sus dos amigos el tio Paciencia al anochecerfue a buscarlos.La terrible noticia de la muertehttp://booksiread.org 197de los dos fue para el como un escopetazo, yaquella misma noche se fue, tras sus amigostomando el camino del otro mundo.A la manana siguiente el ayuda de camaradel marques entro con el chocolate, y tuvo laimprudencia de decir a este que el zapatero delportal habia muerto al saber que habian espi-rado casi de repente dos amigos suyos.Como elmarques era un senor muy aprensivo, y comopor aquellos dias se temia que hubiese coleraen Madrid, se asusto tanto que pocas horas de-spues era cadaver, con gran sentimiento de lospobres del barrio.El tio Paciencia emprendio el camino del cielomuy contento con la esperanza de gozar eterna-mente de la gloria, de vivir en el mundo dondetodos los hombres eran iguales, de encontraralli a sus queridos amigos Mamerto y Macario,y de esperar la llegada del marques para tener198 A First Spanish Readercon el la anhelada conversacion que ya se habiarepetido para si mil veces durante su vida.Encuanto a Mamerto no dejaba de tener unas dudil-las, porque se acordo de que este durante lavida habia dicho mas de una vez: Por una cor-rida de toros dejo yo la gloria eterna.Fue interrumpido en estas reflexiones el tioPaciencia viendo venir del cielo un hombre quedaba muestras de la mayor desesperacion.Sedetuvo pasmado al reconocer a su amigo. ?Que te pasa, hombre? pregunto al tio Mamerto. ?Que diablo me ha de pasar? Me han cer-rado para siempre las puertas del cielo. Pero ?como ha sido eso, hombre? Habrasido por tu picara aficion a los toros. Algo ha habido de eso.Escucha.Llegue ala porteria del cielo y encontre alli un gran nu-mero de personas que aguardaban para entre-gar el pasaporte para el otro mundo.El porterohttp://booksiread.org 199que revisaba los papeles gastaba mucho tiempocon preguntas y respuestas antes de permitir laentrada.Al oir que rehuso la entrada a un po-bre diablo por haber sido demasiado aficionadoa los toros, comprendi que ya no habia esper-anza para mi.Entonces me mezcle entre lagente, aguardando una ocasion para colarmedentro sin que me viera el portero.A los pocosmomentos da este una media vuelta, y izas! mecuelo en el cielo.Daba yo ya las gracias a Diospor haberlo hecho, porque dentro estaba unocomo en la gloria.De repente le da la gana alportero de contar los que estaban en la porte-ria, y nota que le falta uno. Uno me falta, grita hecho un soliman. Y apuesto una oreja a que es ese madrileno.Entonces veo que llama a unos musicos quehabia alrededor de Santa Cecilia, y ellos pasana la porteria.Algunos minutos mas tarde oigo200 A First Spanish Readerque tocan salida de toros , y yo, bruto de mi,olvidando todo y creyendo que hay corrida detoros en la porteria, salgo como una saeta averla.El portero, soltando la carcajada, me diocon la puerta en los hocicos, diciendome: VayaVd.al infierno, que aficion a los toros como lade Vd.no tiene perdon de Dios.Ambos continuaron su camino; el tio Pa-ciencia el del cielo, que era cuesta arriba, yel tio Mamerto el del infierno, que era cuestaabajo.No habia andado largo rato cuando tropezocon el tio Macario, que venia tambien del cieloy marchaba con la cabeza baja [ Pobierz całość w formacie PDF ]
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.LA PORTERIADEL CIELOEl tio Paciencia era un pobre zapatero que viviay trabajaba en un portal de Madrid.Cuandoera aprendiz asistia un dia a una conversacionentre su maestro y un parroquiano, en la cualeste mantenia que todos los hombres eran iguales.Despues de pensar largo rato el aprendiz, al finpregunto al maestro, si era verdad lo que habiaoido decir. No lo creas, repuso este. Solo en el cieloson iguales los hombres.193194 A First Spanish ReaderSe acordaba de esta maxima toda su vida,consolandose de sus penas y privaciones conla esperanza de ir al cielo y gozar alla de laigualdad que nunca encontraba en la tierra.En toda adversidad solia decir: Paciencia, en elcielo seremos todos iguales. A esto se debia elapodo con que era conocido, y todos ignorabansu verdadero nombre.En el piso principal de la casa, cuyo portalocupaba el pobre zapatero, vivia un marquesmuy rico, bueno y caritativo.Cada vez que estesenor salia en coche de cuatro caballos deciapara si el tio Paciencia: Cuando encuentre a vuecencia en el cielo,le dire: Amiguito, aqui todos somos iguales.Pero no era solo el marques el que le hacia sen-tir que en la tierra no fuesen iguales todos loshombres, pues hasta sus amigos mas intimospretendian diferenciarse de el.Estos amigoshttp://booksiread.org 195eran el tio Mamerto y el tio Macario.Mamerto tenia una aficion barbara por lostoros; y una vez, cuando se establecio una es-cuela de tauromaquia, estuvo a punto de sernombrado profesor.Este precedente le haciaconsiderarse superior al tio Paciencia, quien re-conocia esta superioridad y se consolaba con lamaxima sabida.Macario era muy feo; pero, noobstante, se habia casado con una muchachamuy guapa.Por razones que ignoramos habiasalido muy mal este matrimonio, y cuando alcabo de veinte anos de peloteras murio la mu-jer, el buen hombre se quedo como en la gloria.Pero poco tiempo despues se encalabrino conotra muchacha muy linda tambien, y se casootra vez a pesar de las protestas del tio Pacien-cia, que consideraba esto una enorme tonte-ria.Como el tio Paciencia nunca habia con-seguido que las mujeres le amasen, mientras196 A First Spanish Readerhabian amado a pares al tio Macario, este creiatener cierta superioridad sobre su amigo.Eltio Paciencia la reconocia y se consolaba con lamaxima que ya sabemos.Un dia cuando lloviaa cantaros Mamerto quiso asistir a una corridade toros.El tio Paciencia trato de quitarselode la cabeza, pero en vano.Al volver a casaMamerto fue obligado a meterse a la cama acausa de un tabardillo, que al dia siguiente sele llevo al otro mundo.Aquel mismo dia estabamuy malo el tio Macario de resultas de un so-focon que le habia aplicado su mujer.Graciasal tratamiento de su segunda mujer el pobrehombre no podia resistir grandes sustos, y lainesperada noticia de la muerte de su amigo lecauso tal sobresalto que expiro casi al instante.Extranando que en todo el dia no hubiesevisto a sus dos amigos el tio Paciencia al anochecerfue a buscarlos.La terrible noticia de la muertehttp://booksiread.org 197de los dos fue para el como un escopetazo, yaquella misma noche se fue, tras sus amigostomando el camino del otro mundo.A la manana siguiente el ayuda de camaradel marques entro con el chocolate, y tuvo laimprudencia de decir a este que el zapatero delportal habia muerto al saber que habian espi-rado casi de repente dos amigos suyos.Como elmarques era un senor muy aprensivo, y comopor aquellos dias se temia que hubiese coleraen Madrid, se asusto tanto que pocas horas de-spues era cadaver, con gran sentimiento de lospobres del barrio.El tio Paciencia emprendio el camino del cielomuy contento con la esperanza de gozar eterna-mente de la gloria, de vivir en el mundo dondetodos los hombres eran iguales, de encontraralli a sus queridos amigos Mamerto y Macario,y de esperar la llegada del marques para tener198 A First Spanish Readercon el la anhelada conversacion que ya se habiarepetido para si mil veces durante su vida.Encuanto a Mamerto no dejaba de tener unas dudil-las, porque se acordo de que este durante lavida habia dicho mas de una vez: Por una cor-rida de toros dejo yo la gloria eterna.Fue interrumpido en estas reflexiones el tioPaciencia viendo venir del cielo un hombre quedaba muestras de la mayor desesperacion.Sedetuvo pasmado al reconocer a su amigo. ?Que te pasa, hombre? pregunto al tio Mamerto. ?Que diablo me ha de pasar? Me han cer-rado para siempre las puertas del cielo. Pero ?como ha sido eso, hombre? Habrasido por tu picara aficion a los toros. Algo ha habido de eso.Escucha.Llegue ala porteria del cielo y encontre alli un gran nu-mero de personas que aguardaban para entre-gar el pasaporte para el otro mundo.El porterohttp://booksiread.org 199que revisaba los papeles gastaba mucho tiempocon preguntas y respuestas antes de permitir laentrada.Al oir que rehuso la entrada a un po-bre diablo por haber sido demasiado aficionadoa los toros, comprendi que ya no habia esper-anza para mi.Entonces me mezcle entre lagente, aguardando una ocasion para colarmedentro sin que me viera el portero.A los pocosmomentos da este una media vuelta, y izas! mecuelo en el cielo.Daba yo ya las gracias a Diospor haberlo hecho, porque dentro estaba unocomo en la gloria.De repente le da la gana alportero de contar los que estaban en la porte-ria, y nota que le falta uno. Uno me falta, grita hecho un soliman. Y apuesto una oreja a que es ese madrileno.Entonces veo que llama a unos musicos quehabia alrededor de Santa Cecilia, y ellos pasana la porteria.Algunos minutos mas tarde oigo200 A First Spanish Readerque tocan salida de toros , y yo, bruto de mi,olvidando todo y creyendo que hay corrida detoros en la porteria, salgo como una saeta averla.El portero, soltando la carcajada, me diocon la puerta en los hocicos, diciendome: VayaVd.al infierno, que aficion a los toros como lade Vd.no tiene perdon de Dios.Ambos continuaron su camino; el tio Pa-ciencia el del cielo, que era cuesta arriba, yel tio Mamerto el del infierno, que era cuestaabajo.No habia andado largo rato cuando tropezocon el tio Macario, que venia tambien del cieloy marchaba con la cabeza baja [ Pobierz całość w formacie PDF ]