[ Pobierz całość w formacie PDF ]
.Su timón haba sufrido una desviación denoventa grados.El 15 de noviembre de 1972 se produjo otro incidente, que afectó a un Beechcraft dedos motores que volaba desde George Town, en la isla Gran Exuma, de las Bahamas, yque es un interesante ejemplo de lo caprichosas que pueden ser estas fuerzas.Si pudieranatriburseles propósitos o motivaciones concretas, ste fue un caso en que pareció que, enlugar de proponerse destruir el avión, procuraron ayudarle.El doctor S.F.Jablonsky, unpsicólogo de Fort Lauderdale, hizo el siguiente relato al doctor Manson Valentine:El avión salió de George Town con el crepsculo.Llevaba nueve personas a bordo;entre ellas, cinco pilotos.El tiempo era bueno, el mar estaba en calma y la visibilidad eraexcelente.Soplaba una ligera brisa proveniente del Sudeste.Aproximadamente diez minutos despus del despegue, cuando el avión se hallabasobre la Lengua del Ocano, al noroeste de Exuma, todos los sistemas elctricos, elcomps, la radio, las luces e incluso los controles hidrulicos, dejaron de funcionar,repentinamente.Las bateras parecan completamente agotadas.La primera reacción del piloto fue tratar de aterrizar en Nueva Providencia(aproximadamente a 100 kilómetros al Norte), puesto que poda navegar guindose por lapuesta de sol, hasta que pudiera ver las luces de Nassau.Sin embargo, pensando con mscalma, recordó que la radio estaba descompuesta y que no podra informar al aeropuertoacerca de su llegada, ya que, sin luces, tampoco poda sealar su aproximación.Por lotanto, resolvió dirigir el avión hacia la pista ms cercana, en Andros y pronto, todos losviajeros pudieron distinguir el pequeo aeropuerto, cerca del extremo sur de la isla.Luego de dar una vuelta en torno de la pista, en dirección Oeste, para asegurarse de queno haba obstculos y descender con la mayor exactitud posible, considerando el viento yla pista misma, el capitn comenzó a descender planeando.Puesto que el sistemahidrulico no funcionaba, era imposible hacer bajar las ruedas y, naturalmente, no habaluces de aterrizaje.Ms tarde, el doctor Jablonsky observó que "el avión pareca estar ate-rrizando como si flotara sobre un colchón de aire".Los extremos de las hlices chocaroncontra el suelo, levantando una lluvia de chispas, pero, en lugar de estrellarse, el aparatose posó en tierra.El fuselaje no sufrió daos e incluso los extractores de aire, colocadosmuy bajo, resultaron intactos.Al da siguiente se enviaron dos hlices nuevas a Andros.Fueron instaladasinmediatamente y se recargaron las bateras.Pero, ya antes, el sistema hidrulico habavuelto a funcionar.El avión despegó y llegó a Fort Lauderdale sin mayores incidentes.Al momento de imprimir este libro, el transatlntico de la Cunard Line, QueenElizabeth 2, acababa de escapar a una cita con el desastre en el centro superior delTringulo de las Bermudas.El 3 de abril de 1974, debido a la ruptura de tres de suscalderas (atribuida a un escape de aceite) y a la falla del sistema elctrico, aireacondicionado, etc., el ms moderno de los supertransatlnticos permaneció inmovilizadodentro del Mar de los Sargazos, igual que sus predecesores de otras pocas.Mientrasesperaban un barco que les rescatase, los pasajeros fueron consolados con bebidasgratuitas ofrecidas por la compaa.En una de las primeras entrevistas hechas por radio a bordo de la nave, un pasajeroque era jugador de ftbol profesional dijo: "El capitn me contó que estamos sentados justo en el medio del Tringulo de las Bermudas".En cambio, las informacionesposteriores parecieron eludir cuidadosamente toda referencia a esta funesta región.Resulta interesante anotar, como corolario del incidente, que un miembro de latripulación de un cter de la Guardia Costera que segua al navo informó haberobservado que el Queen Elizabeth 2 haba desaparecido del radar de su embarcación.Elhecho ocurrió cuando el transatlntico estaba entrando en el Tringulo, a una velocidadde 35 nudos.El cter dejó de registrarlo en el radar, aunque permaneca visible a simplevista.Poco despus desapareció.La comunicación radial y el contacto por radar entre lasdos naves pareció verse afectada en el momento en que el Queen Elizabeth 2 entró en elTringulo.Aunque hasta ahora no se ha sugerido que las misteriosas fuerzas de esta zonatuvieron alguna relación con las averas del barco de crucero, es posible que lacomunicación por radar con el cter se vieran afectadas por las conocidas anomalasradiales y elctricas existentes dentro del Tringulo de las Bermudas.Cuando pensamos en el nmero total de desapariciones de barcos y aviones ocurridasen esta región, as como en la manera en que otras naves han escapado  aparentemente-a las fuerzas que all imperan, debemos tambin considerar la posibilidad de que estossucesos tengan una explicación lógica, o una serie de justificaciones razonables.Sinembargo, cuanto ms profundizamos en el problema, ms empezamos a preguntarnos sirealmente existe lo que, dentro de nuestro marco de referencia cientfica conocido,podramos llamar una explicación lógica. CAPITULO 5Existe una explicación lógica?EL AFN DE MINIMIZAR LA IMPORTANCIA DEL Tringulo de las Bermudas,o incluso de negar su existencia, ha hecho decir en algunas ocasiones que no hay talmisterio, puesto que los barcos y los aviones suelen desaparecer en el mundo entero.Si seproyectase un tringulo sobre cualquier rea de rutas martimas importantes, el resultadosera una perturbadora incidencia de prdidas, si hiciramos el tringulo suficientementeamplio.Adems, el ocano es enorme, los barcos son relativamente pequeos y las aguasestn en perpetuo movimiento, tanto en la superficie como en las corrientes submarinas.Hay barcos y aviones pequeos que se han perdido entre las Bahamas y Florida, donde laCorriente del Golfo fluye hacia el Norte a ms de cuatro nudos, y luego han aparecido auna distancia tan grande del punto en que se les vio por ltima vez, que se ha llegado adarlos por desaparecidos [ Pobierz całość w formacie PDF ]
  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • centka.pev.pl
  •